LA SANTA MISA DOMINICAL.
DOMINGO DESPUÉS DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR.
CONSIDERACIONES LITURGICAS Y DOCTRINALES.
El día de la Ascensión nos llenábamos de alegría por el triunfo de Cristo, que es también el nuestro; pero hoy su ausencia arroja sobre nosotros un velo de melancolía.
Él ha subido a los Cielos, y, aunque es verdad que prometió no dejarnos huérfanos, el Espíritu Consolador no ha venido todavía.
Llena de nostalgia, la Iglesia "eleva su voz hacia Él y busca su rostro" (Introito). Antiguamente le buscaba hasta de una manera sencilla, reuniéndose como lugar de estación en la iglesia de Santa María "ad Mártyres", en el viejo Panteón de Agripa, donde se guardaba el lienzo de la Verónica.
Es una Misa llena de calor, de añoranza y de esperanza.
San Pedro nos habla del poder de la caridad (Epístola), que realiza la unidad de los que creen en Cristo.
El Evangelio nos prepara a recibir el Espíritu Santo, que es el que ha de infundir en nosotros el temple viril de los Mártires.
La Iglesia ama y padece.
En el amor se verá si vive en nosotros el Espíritu de Dios; pero el amor se prueba en las contradicciones y en los sufrimientos.
En la prueba recordemos las palabras de Cristo:
"Padre: cuando estaba con ellos, Yo los guardaba; pero Yo vuelvo a Ti.
No te ruego que los saques del mundo, sino que los libres del mal".
Escucha, oh Señor, mis voces, con qué te he invocado, contigo ha hablado mi corazón; en busca de Ti han andado mis ojos.
El Señor es mi luz y mi salvación.
Estas son las palabras con que empieza la celebración del Santo Sacrificio en el Introito, y esta voluntad y buen deseo que nos hará dignos de ver a Jesús, es lo que nos hace pedir la Iglesia en la Colecta.
Pero como no basta la buena voluntad si no va acompañada de las correspondientes palabras y obras, San Pedro, en la Epístola, nos explica ampliamente cuáles han de ser éstas, y con ellas, dice, será en nosotros honrado Dios por Jesucristo Señor Nuestro.
Reinara así en nosotros Nuestro Divino Maestro (versos del Aleluya), y con el Espíritu Santo, cuya venida nos promete (Evangelio), se gozara nuestro corazón, y se animará a la práctica de la virtud.
Esta misma Gracia que vigoriza el alma, que la Iglesia en la Secreta, y se nos recuerda (en la antífona Comunión) que el mismo Jesucristo se encargó de pedirla por nosotros, con lo cual debe aumentarse nuestra confianza de poderla conseguir.
Llenos de esperanza y con esta seguridad de la Gracia de Jesucristo, pedimos que siempre aquí en la tierra, mientras dure nuestra peregrinación, y después en el Cielo, a donde esperamos reunirnos con Nuestro Redentor permanezcamos continuas acciones de gracias (Poscomunión).
La Liturgia de hoy conmemora también a Santa Ángela Merici, Virgen de la Cual hace elogio el Martirologio:
* Santa Angela Mérici, Virgen, de la Tercera Orden de San Francisco, que fue Fundadora de la Congregación de Vírgenes de Santa Úrsula, y el 27 de Enero fue por el Celestial Esposo llamada a recibir la inmarcesible corona.
ORDENAMIENTO LITURGICO DE ESTA DOMINICA.
* Categoría Liturgica: Semidúplex.
* Color: Blanco.
SOBRE LA SANTA MISA:
* Después de Tercia: Conmemoraciones de Santa Ángela Merici, Virgen y del IV día de la Octava de la Ascension.
* Se reza el Gloria.
* Se reza el Credo.
* Prefacio: de la Ascensión.
Comunicantes Propios/Hanc Igitur: Comunicantes Propios de la Ascensión.
SOBRE EL BREVIARIO:
* Doxología: Ascensión.
* Tono del himno: Ascensión.
* Laudes: Conmemoraciones de Santa Ángela Merici y del IV día de la Octava de la Ascensión.
* Prima: Verso = "Qui scandis super sidera".
* Vísperas: Segundas Vísperas del Domingo, Conmemoraciones del día siguiente dentro de la Octava, de Santa Ángela y de Santos Marcelino y Compañeros.
TEXTOS DE LA SANTA MISA.
INTROITO:
Salmo 26, 7-9. 1.
V/. Escúchame, Señor, que te llamo, aleluya, en mi corazón yo te dije: busco tu Rostro, tu Rostro buscaré, Señor; no me escondas tu Rostro, aleluya, aleluya.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación. ¿a quién temeré?
V/. Gloria.
COLECTA:
Oremos.
Dios Todopoderoso y Eterno te pedimos entregarnos a Ti con fidelidad y servirte con sincero corazón.
Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Conmemoracion del IV día de la octava de la Ascensión.
Oremos.
Concédenos, te rogamos, Dios Todopoderoso, que los que creemos que en este día tu Hijo Unigénito, Nuestro Redentor, ascendió al Cielo; Habitemos también nosotros en lugares celestiales con nuestras mentes.
Conmemoración de Santa Ángela Merici, Virgen.
Oremos.
Oh Dios, que quisiste que por la Bienaventurada Ángela floreciera en tu Iglesia una nueva familia de Santas Vírgenes, concédenos por su intercesión llevar una vida angélica, para que, renunciando a todos los placeres mundanos, seamos dignos de gozar de la Felicidad Eterna.
Por Jesucristo, tu Hijo, Nuestro Señor, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
EPÍSTOLA:
Pedro 4, 7-11.
Lectura de la Carta del Apóstol San Pedro.
"Queridos hermanos:
Sed moderados y sobrios, para poder orar.
Ante todo, mantened en tensión el amor mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados. Ofreceos mutuamente hospitalidad, sin refunfuñar. Que cada uno con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple Gracia de Dios.
El que toma la palabra, que hable Palabra de Dios.
El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, Señor Nuestro".
* Deo Gratias.
ALELUYA:
Salmo 46, 9: Jn. 14, 18.
Aleluya, aleluya.
V/. El Señor es Rey de todas las naciones. Dios se sienta sobre su Trono Sagrado. Aleluya.
V/. No os dejo huérfanos: me voy, pero volveré y os llenaréis de gozo. Aleluya.
EVANGELIO:
Juan 15, 26-27. 16, 1-4.
Lectura del Santo + Evangelio según San Juan.
Gloria Tibi Domine.
"En aquel tiempo dijo Jesús a sus Discípulos:
Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de mí:
y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no se tambalee vuestra fe.
Os excomulgarán de la Sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte, pensará que da culto a Dios.
Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que cuando llegue a hora, os acordéis de que yo os lo había dicho".
* Laus Tibi Christe.
CREDO.
OFERTORIO:
Salmo 46, 6.
Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas, aleluya.
SECRETA:
Oremos.
Este Sacrificio Santo nos purifique, Señor, y derrame en nuestras almas la fuerza Divina de tu Gracia.
Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Conmemoracion del IV día dea octava de la Ascensión.
Oremos.
Recibe, oh Señor, los Dones que te traemos para la gloriosa Ascensión de tu Hijo: y concédenos misericordiosamente; que seamos librados de los peligros presentes y alcancemos la Vida Eterna.
Conmemoración de Santa Ángela Merici, Virgen.
Oremos.
Que los Dones Sacrificiales que te ofrecemos, oh Señor, al venerar la memoria de la Bienaventurada Ángela, pidan perdón por nuestros pecados y nos obtengan los dones de tu Gracia.
Por Jesucristo, tu Hijo, Nuestro Señor, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
PREFACIO DE LA ASCENSIÓN:
V/. El Señor sea con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levántemos el corazon.
R/. Los tenemos levantado hacía el Señor.
V/. Demos gracias al Señor Nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y Salvación darte gracias, siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios Todopoderoso y Eterno, por Cristo Nuestro Señor:
Que después de su Resurrección se apareció visiblemente a todos sus Discípulos y, ante sus ojos, fue elevado al Cielo para hacernos compartir su Divinidad.
Por eso con los Ángeles y Arcángeles y con todos los Coros Celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu Gloria:
SANTO:
Santo, Santo, Santo.
Es el Señor, Dios de los Ejércitos. Llenos están el Cielo y la tierra de tu Gloria.
Hosanna en las alturas.
Bendito el que viene en Nombre del Señor.
Hosanna en las Alturas.
COMUNIÓN:
Juan 17, 12. 13. 15.
Padre, mientras estaba con ellos, yo guardaba a los que Tú me diste, aleluya, pero ahora que voy a Ti, no pido que los saques del mundo, sino que los guardes de todo mal, aleluya, aleluya.
POSCOMUNIÓN:
Oremos.
Alimentados, Señor, con tus Sacramentos, danos vivir en continua acción de gracias.
Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Conmemoracion del IV día de la octava de Ascensión.
Oremos.
Concédenos, te rogamos, Dios Todopoderoso y Misericordioso, que lo que hemos recibido por los Misterios visibles lo alcancemos por efectos invisibles.
Conmemoración de Santa Ángela Merici, Virgen.
Oremos.
Reconfortados por el Alimento celestial, te rogamos humildemente, oh Señor, que por las oraciones y el ejemplo de la Bienaventurada Ángela, limpios de toda mancha del cuerpo y del alma, seamos agradables a Ti.
Por Jesucristo, tu Hijo, Nuestro Señor, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
ÚLTIMO EVANGELIO:
Juan 1:1-14.
Comienzo + del Santo Evangelio según San Juan
Gloria Tibi Domine.
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Lo mismo era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho: en él estaba la Vida, y la Vida era la Luz de los hombres. y la Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.
Hubose un hombre enviado de Dios, el cual llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la Luz, a fin de que todos creyesen por él.
Él no era la Luz, sino que debía dar Testimonio acerca de la Luz.
Aquella era la Luz Verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
Él estaba en el mundo, y el mundo por él fue hecho, y el mundo no le conoció.
A los suyos vino, y los suyos no le recibieron.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio potestad de ser hechos Hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino por la Voluntad de Dios.
(Aquí todos se arrodillan).
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros.
y vimos su Gloria, Gloria como del Unigénito del Padre, lleno de Gracias y de verdad.
V/. Deo Gratias.
Comentarios
Publicar un comentario