DE BREVE LECTURA.
"EL CRISTO DE LOS PIOJOS"
Pues nos dáis vestido nuevo, Rey celestial...
La Madre Teresa es la solución a todas las necesidades, aún de las más extrañas, bien lo saben las monjas de San José, que por hacer más penitencia se han vestido de un tosco y pobre sayal, sólo tienen un temor: cuando llegue el verano, ¿no criará miseria?, no estaban erradas, una gran epidemia de piojos llenó el convento. Eran aquellos tiempos sin insecticidas ni detergentes, la Santa para pedir que cesara la epidemia organizó una procesión, una noche, después de maitines, llevando la imagen de un Santo Cristo desde el coro al claustro y las celdas, iban cantando estas coplillas compuestos por la misma Madre:
Pues nos dáis vestido nuevo,
Rey celestial,
librad de la mala gente este sayal.
La santa llora y ríe al mismo tiempo e improvisa otros versos en contestación a las hermanas:
Hijas , pues tomáis la Cruz
tened valor,
Y a Jesús, que es vuestra luz,
pedid favor.
El os será defensor
en trance tal.
Librad de la mala gente
este sayal.
Inquieta esta mal ganado
en oración.
El ánimo mal fundado,
en devoción;
Mas en Dios el corazón
tened igual.
Librad de la mala gente
este sayal.
Pues venisteis a morir
no desmayéisl
Y de gente tan civil
no temeréis.
Remedio en Dios hallaréis
en tanto mal.
Pues nos dáis vestido nuevo
Rey celestial.
Librad de la mala gente
este sayal.
La Madre tomó agua bendita, y con la cruz y rezando bendecía las celdas y los jergones, nunca más sintieron los dichos animalejos y el peligro quedó ahuyentado para siempre…
El Cristo, guardado con amor por las descalzas, le llaman desde entonces "El Cristo de los piojos".
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