DEVOCION: MES DEL INMAULADO CORAZON DE MARIA. Día 24.


MES DEL INMACULADO CORAZON DE MARIA.

Acto de Desagravio.

¡Oh Inmaculado Corazón de María, traspasado de dolor por las injurias con que los pecadores ultrajan vuestro Santísimo nombre y vuestras excelsas prerrogativas!, aquí tenéis, postrado a vuestros pies, un indigno hijo vuestro que, agobiado por el peso de sus propias culpas, viene arrepentido y lloroso, y con ánimo de resarcir las injurias que, a modo de penetrantes flechas, dirigen contra Vos hombres insolentes y malvados. Deseo reparar, con este acto de amor y rendimiento que hago delante de vuestro amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se lanzan contra vuestro augusto Nombre, todos los agravios que se infieren a vuestras excelsas prerrogativas y todas las ingratitudes con que los hombres corresponden a vuestro maternal amor e inagotable misericordia.
Aceptad, ¡oh Corazón Inmaculado!, esta pequeña demostración de mi filial cariño y justo reconocimiento, junto con el firme propósito que hago de seros fiel en adelante, de salir por vuestra honra cuando la vea ultrajada y de propagar vuestro culto y vuestras glorias. Concededme, ¡oh Corazón amabilísimo!, que viva y crezca incesantemente en vuestro santo amor, hasta verlo consumado en la gloria. Amén.

MEDITACION PARA EL DIA 24.

Bendito sea, oh María, Virgen gloriosa, gloriosísima Reina mía, bendito sea vuestro precioso pecho, más puro que el oro fino; pues que vivió oprimido bajo el dolor de violentísimos dolores, cuando en el Calvario, escuchabais los golpes de los esbirros con el martillo sobre los clavos con que taladraban las manos y pies de vuestro amadísimo Hijo. Y, aunque tan ardientemente lo amabais, preferisteis sin embargo sobrellevar aquel terrible suplicio y verle morir por la salvación de las almas, antes que verle vivir dejando morir a las almas con muerte y perdición eternas. Por lo cual permanecisteis firme y constante en medio de los más crudos tormentos, con una plena conformidad con la divina Voluntad.
Amo, venero y glorifico, Virgen incomparable, amabilísima María, vida y alegría de mi corazón, con toda mi alma, vuestro dignísimo Corazón, tan encendido en ardentísimo celo de la gloria de Dios, que las llamas celestiales de vuestro amor se elevaban hasta el Corazón del Padre eterno, atrayendo a su Hijo unigénito, con el fuego del Espíritu Santo, a vuestras purísimas entrañas, quedando no obstante, en el seno del Padre.
Alabanza y bendición eternas, oh María, adorabilísima Señora, Virgen a la vez purísima y fecundísima, a vuestras benditas entrañas que produjeron el fruto admirable, que da infinita gloria a Dios, y es la incomprensible alegría de los Ángeles y la vida eterna de los hombres.
Alabanza inmortal, sapientísima Virgen, Soberana Señora mía, alabanza inmortal a vuestros sacratísimos pies, que llevaron al Hijo de Dios, y Rey de la gloria en el período en que vivió encerrado en vuestro virginal vientre. ¡Oh! ¡Qué hermoso sería contemplar la modestia, majestad y santidad con que Vos caminabais! Sin duda que no disteis paso alguno que no contribuyese a contentar de modo especialísimo al Rey del cielo, y a llenar de dicha a la celestial corte.
Adorados, alabados y glorificados sean, ioh admirable María, divina Virgen, Amabilísima Madre!, adorados sean el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en su incomprensible majestad, por cuantos favores dispensaron a vuestro santísimo Cuerpo, agradabilísima morada del que alaban los Ángeles todos en el Cielo y venera la Iglesia entera sobre la tierra.
Honor por siempre, alabanza perpetua, bendición, gloria e infinitas acciones de gracias a Vos, mi Señor, Rey y Dios mío, que creasteis esta nobilísima y purísima Virgen, y la hicisteis vuestra digna Madre, por todas las alegrías con que, por su medio, habéis colmado a los Ángeles y Santos del Cielo, por todas las gracias que habéis distribuido a los hombres en la tierra, y por cuantas consolaciones habéis departido a las almas que penan en el Purgatorio.

Se piden las gracias que se desean alcanzar durante este mes.

3 Ave Maria en honor del Poder, Sabiduria y Caridad con que fue dotado el Inmaculado Corazon por la Santisima Trinidad.

Oh Corazón Inmaculado y Doloroso de María, compadeceos de los incrédulos; despertad a los indiferentes; dad la mano a los desesperados; convertid a los blasfemos y profanadores de los días del Señor.

Oh Corazón Inmaculado y Doloroso de María, aumentad la fe de los pueblos; fomentad la piedad; sostened las familias verdaderamente católicas; apagad los odios y venganzas en que se abrasa el mundo.

Oh Corazón Inmaculado y Doloroso de María, convertid a los mundanos, purificad a los deshonestos, volved al buen camino a tantas víctimas del vicio y del error.

Oh Corazón Inmaculado y Doloroso de María, convertid a todos los pecadores de la Iglesia; dirigid a patronos y obreros; iluminad con luz celestial a los malos gobernantes para que vengan a la luz de Cristo; convertid y santificad a los malos católicos.

Oh Corazón Inmaculado y Doloroso de María, suscitad muchos y santos Sacerdotes y Misioneros que trabajen en la conversión de los pecadores y en la salvación de las almas de todo el mundo, y dadnos a todos la perseverancia final en el santo amor y temor de Dios. Así sea.

ORACION FINAL.

Oremos: 
Señor Jesucristo, que te preparaste un digno Sagrario en el Inmaculado Corazón de María: 
te suplicamos que formes nuestros corazones con tal puridad y amor, para que según el Corazón de María merezcamos encontrarte. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
  
V. Inmaculado y Doloroso Corazón de María.
R. Sé la salvacion del alma mia.

LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI.

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