LA SANTA MISA DIARIA.

27 DE SEPTIEMBRE. SANTOS COSME Y DAMIAN, MARTIRES.

SANTORAL:

Los Santos hermanos Mártires Cosme y Damián, que ejercían gratuitamente la profesión médica en Egea, Siria, sellaron con su sangre la Fe de Jesucristo en el momento de la persecución de Diocleciano. 

Después de haber vencido por Virtud Divina muchos tormentos, cadenas y prisiones, sumersiones en el mar y en el fuego, cruces, lapidaciones y rayos, fueron decapitados. 

Tres de sus hermanos fueron martirizados con ellos, como dicen, a saber, Antimus, Leontius y Euprepius.

TEXTOS DE LA SANTA MISA.

INTROITO:

Eccli 44:15 y 14.

Que los pueblos celebren la sabiduría de los Santos, y que la asamblea proclame su alabanza; vivan sus Nombres para todas las edades.

V/. Sal 32: 1. Alegraos, Justos, en el Señor, la alabanza conviene a los buenos.

Gloria.

GLORIA:

COLECTA:

Oremos.

Oh Dios Todopoderoso, concede que a los que celebramos la Fiesta de los Santos Mártires Cosme y Damián, seamos librados, por su Intercesión, de todos los males que nos agobian. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y contigo vive y reina, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

EPISTOLA:

Sab 5: 16-20.

Léctio libri Sapiéntiae.

"Los justos viven para siempre: 

su recompensa está en el Señor, el Altísimo cuida de ellos. 

Por esto obtendrán el Reino de la Gloria, una hermosa corona de la mano del Señor que los protegerá con su Diestra y los escudará con su Brazo. 

Tomarán su celo como armadura, y armarán a la creación para vengarse de sus enemigos. 

Llevarán la Justicia como coraza, llevarán como yelmo el juicio infalible, llevarán como escudo una santidad invencible".

(Deo Gratias).

GRADUAL:

Sal 33: 18-19.

Los Justos claman y el Señor los escucha; y los libra de toda tribulación.

V. El Señor asiste a los que tienen el corazón quebrantado y ayuda a los que están deprimidos de espíritu.

ALELUYA:

Aleluya, aleluya.

Este es el verdadero amor fraterno que venció los crímenes del mundo: siguieron a Cristo, y ahora disfrutan de los Reinos Celestiales en Gloria. Aleluya.

EVANGELIO:

Lucas 6: 17-23.

Sequéntia ✠ Sancti Evangélii secundum Lucam.

Gloria Tibi Domine.

"En aquel tiempo: 

Jesús estaba de pie sobre un estante con la multitud de sus discípulos y un gran número de personas que habían venido de toda Judea y de Jerusalén y de las marinas de Tiro y Sidón para escucharlo y ser sanados de sus enfermedades. 

Y los oprimidos por espíritus inmundos fueron librados de ellos; y todo el pueblo trataba de tocarlo, porque de él salía un Poder que sanaba a todos. 

Y levantando los ojos hacia sus discípulos, dijo: 

"Bienaventurados los pobres, porque de vosotros es el Reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados". Bienaventurados los que lloran ahora, porque reirán. 

Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan y vituperen y rechacen vuestro nombre como inicuo por causa del Hijo del hombre. 

Regocíjate en ese día y regocíjate; he aquí, vuestra recompensa será grande en los cielos".

(Laus Tibi Christe).

OFERTORIO:

Sal 5: 12-13.

Que en Ti se gloríen los que aman tu Nombre, porque tú, oh Señor, bendices a los Justos; Señor, como a un escudo, lo ciñes con tu Bondad.

SECRETA:

Oremos.

Que la oración de tus Santos nunca nos falte, oh Señor, que por ella siempre acojas nuestros Dones y nos obtenga tu perdón. 

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y contigo vive y reina, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

COMUNIÓN:

Sal 78: 2; 78:11.

Han dado los cadáveres de tus Siervos, oh Señor, por comida a las aves del cielo, y la carne de tus Santos a las fieras: 

Por el Poder de tu Brazo, salva a los condenados a muerte.

POSTCOMUNION:

Oremos.

Señor, oramos para que tu pueblo sea protegido por la participación concedida en este Manjar Celestial y por la intercesión de los Santos Mártires Cosme y Damian. 

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y contigo vive y reina, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.