MES DE MARIA CON EL BEATO FRANCISCO PALAU. DIA 24.
MES DE MARIA CON EL BEATO FRANCISCO PALAU, CARMELITA.
EJERCICIOS PARA TODOS LOS DÍAS
1º. Acto de contrición.
2º. Oración preparatoria para todos los días.
Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas:
a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso.
Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas.
Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis.
Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas…abrid los favores y las gracias y los dones del Cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades.
Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme.
Vos, oh Amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado.
Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies.
Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que en estos días, dedicados a vuestra Gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla.
Yo os ofrezco estos ejercicios a Honra vuestra y a la Gloria de Vuestro Hijo.
Amén.
3º. Meditación para cada día.
4º. La coronilla de las doce estrellas.
5º. Plática o sermón.
6º. Presentación de la flor.
7º. Letanías de Nuestra Señora.
Día 24..
I. Tomillo, romaní, menta, desmayo
1. Se escogen para nuestros jardines ciertas plantas que sirven para adornarles con su verdura y perfumarles con su fragancia, tales son el tomillo, romaní y la menta. Son plantas odoríferas, aromáticas y medicinales.
Entre ellas póngase el color morado de la flor desmayo y si no hay ent odas éstas belleza bastante, únanse en el ramillete a su cardinal la viola y, si se quiere, con la reina de las flores la rosa,y tendremos una pieza completa en la gran guirnalda.
II. La penitencia.
2. Tomamos aquí la penitencia en toda la latitud de su sentido:
el arrepentimiento de una falta, la flagelacióny maceración de la carne con azotes y cilicios y con el látigo y el freno de los trabajos mecánicos respectivos a cada una de las artes, la mortificación de los sentidos, todo esto es representado por el tomillo, romaní, mentas y otras yerbas fuertes que, pisadas y comprimidas y plantadas en los senderones del jardín, dan su especial fragancia y son medicina del alma y del cuerpo. No tienen belleza, les falta la flor, pero póngase no muy lejos el desmayo y otras humildes, y si en sí
todas juntas no tienen mérito, unidas a su cardinal y a su reina, la caridad y la templanza, las elevan a una esfera sublime y las constituyen en las coronas en uno de sus adornos.
III. La penitencia en María.
3. Esta virtud, en cuanto a ser el arrepentimiento de una faltay la contrición de las culpas, no cupo en María; pero ordenó todo cuanto tuvo de penible, de duro y de amargo a la remisiónde nuestros pecados.
IV. El ramillete a María.
4. ¿Has pecado? Sin penitencia no te será perdonado.
Arrepiéntete de la culpa, y ármate para domar y sujetar la carne.
Arregla tus ejercicios de mortificación y depenitencia según los consejos de tu confesor.
¿Has pecado? Ofrece a Dios una penitencia tal cual su justicia te la exija. ¿Has pecado? Prepara tu corazón y preséntale a la Madre de las Misericordias dispuesto y resuelto a emprender la penitencia más dura que haya hecho antes de ti cualquiera otro penitente; dispuesto, digo, porque el pecado la reclama: dispuesto has de estar a hacerla del modo y bajo la forma que te sea impuesta por el tribunal de la Penitencia.
Ofrece a María inocente, un corazón arrepentido y le dirás:
Presentación del ramillete a la Virgen .
Señora:
Ahí van estas plantas y yerbas fuertes como señal del arrepentimiento de mis culpas. Recibidlas, presentadlas avuestro Hijo y alcanzadme el perdón de todas ellas. Amén.
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