LA SANTA MISA DIARIA.

28 DE DICIEMBRE. FIESTA DE LOS SANTOS INOCENTES MARTIRES.

SANTORAL.

Santos Mártires Inocentes

Del Martirologio Romano:

" En Belén de Judá se celebra La memoria de los Santos Mártires Inocentes, que fueron asesinados por Cristo por el rey Herodes ". 

Algunas de sus reliquias son veneradas en San Paolo Fuori le Mura, donde se celebró la Estación. La Iglesia hace suyo el duelo de las madres betlemitas y además por el castigo temporal del daño que sufrieron los Inocentes en el Limbo de los Padres, omite el Gloria y viste las vestiduras moradas, reservando las rojas para el octavo día.

TEXTOS DE LA SANTA MISA.

INTROITO: Sal 8:3.

Oh Dios, de labios de niños y de pequeños sale la alabanza para la confusión de tus enemigos.

V/. Sal 8:2. ¡ Oh Señor, Señor nuestro, cuán maravilloso es tu Nombre en toda la tierra! 

Gloria.

(Se omite el Gloria in Excelsis)

COLECTA:

Oremos.

Tus Santos Mártires Inocentes, oh Señor, han proclamado hoy tu mensaje no con palabras sino con sangre: 

seca las raíces del mal en nosotros, para que tu fe que profesamos con nuestros labios sea testigo de nuestra vida. 

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Conmemoracion de la Infraoctava de Navidad.

Oremos.

Concede, oh Dios Todopoderoso, que el nuevo Nacimiento de tu Unico Hijo según la carne nos libere de la antigua esclavitud que nos mantiene bajo el yugo del pecado. 

Por el mismo Señor Nuestro Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

EPISTOLA:

Apocalipsis 14:1-5.

Léctio libri Apocalýpsis Beáti Ioánnis Apóstoli.

"Entonces miré, y vi al Cordero en pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil personas que tenían escrito en sus frentes su Nombre y el de su Padre. 

Y oí un sonido que venía del cielo, como el estruendo de muchas aguas y el estruendo de un gran trueno, y el sonido que oí era como un concierto de arpistas tocando sus instrumentos. 

Y cantaban como un cántico nuevo delante del Trono, delante de los Cuatro Vivientes y de los Ancianos, un cántico que nadie podía aprender sino los ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de la tierra, es decir, los que no se han manchado con mujeres, siendo vírgenes. 

Siguen al Cordero donde quiera que vaya; fueron redimidos de entre los hombres, primicias para Dios y para el Cordero; ni se halló mentira en su boca; y estan sin defecto ante el Trono de Dios".

(Deo Gratias).

GRADUAL:

Sal 123:7-8.

Nuestra alma, como un gorrión, ha escapado de la trampa del cazador.

V. Se rompió el lazo y quedamos libres. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor, Él hizo los cielos y la tierra.

ALELUYA:

Sal 112:1.

Aleluya, aleluya

Alabad, oh hijos, al Señor; alabad el Nombre del Señor. Aleluya.

EVANGELIO:

Mateo 2:13-18.

Sequéntia ☩ Sancti Evangélii secundum Matthaeum

Gloria Tibi Domine.

"Una vez que los Magos se fueron, un Ángel del Señor se apareció a José en sueños y le dijo: 

«Levántate, toma al niño y a su Madre, y huye a Egipto; y quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo. 

Se levantó de noche, tomó al niño y a su Madre y se retiró a Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que había dicho el Señor al Profeta: «De Egipto llamé al mi Hijo". 

Entonces Herodes, al verse burlado de los Magos, se irritó mucho y mandó matar a todos los niños varones que había en Belén y en todos sus alrededores, de dos años para abajo, según el tiempo que había determinado de los Magos. Entonces se cumplió lo dicho por boca del Profeta Jeremías: 

"Se oyó en Ramá un clamor de gran llanto y lamento: 

Raquel llorando a sus hijos, y no quiere ser consolada, porque ya no están aquí".

(Laus Tibi Christe).

CREDO:

OFERTORIO:

Sal 123:7.

Nuestra alma, como un gorrión, ha escapado de la trampa del cazador; La soga se rompió y éramos libres.

SECRETA:

Oremos.

Que no nos falte, oh Señor, la Piadosa oración de tus Santos, que haga aceptable nuestra Ofrenda y nos obtenga siempre tu Clemencia. 

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Conmemoracion de la Infraoctava de Navidad.

Oremos.

Santifica, oh Señor, por el nuevo Nacimiento de tu Unico Hijo la Ofrenda de nuestras Dones, y límpianos de las manchas de nuestros pecados. 

Por el mismo Señor Nuestro Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

PREFACIO DE LA NATIVIDAD:

V/. El Señor sea con vosotros.

R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.

R/. Lo tenemos levantado hacía el Señor.

V/. Demos gracias al Señor Nuestro Dios.

R/. Es justo y necesario.

Es verdaderamente digno y justo, digno y saludable, que nosotros, siempre y en todo lugar, te demos gracias, oh Santo Señor, Padre Omnipotente, Dios Eterno, porque por el Misterio del Verbo Encarnado un nuevo rayo de tu esplendor ha brillado sobre nuestra vida. 

iluminando nuestras mentes, de modo que mientras conocemos visiblemente a Dios, a través de él seamos cautivados por el amor de las cosas invisibles. 

Y por eso con los Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la Millicia de la hueste Celestial, cantamos el himno de tu Gloria, diciendo sin fin

Santo, Santo, Santo (etc).

COMUNIÓN:

Mateo 2:18.

Se escuchó en Rama un grito de gran llanto y lamento: Raquel que llora a sus hijos, y no quiere ser consolada, porque ya no están aquí.

POSTCOMUNION:

Oremos.

Habiendo participado, oh Señor, de tus Santos Dones: de ellos, a través de las oraciones de tus Mártires, pueda llegarnos ayuda para la vida presente y para la vida Eterna.

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en Unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Conmemoracion de la Infraoctava de Navidad.

Oremos.

Oh Dios Todopoderoso: Salvador del mundo, que has nacido hoy y por quien somos regenerados a la vida Divina, concédenos el don de la inmortalidad: 

Tu que eres Dios, y vives y reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.