LA SANTA MISA DIARIA.

29 DE ENERO. SAN FRANCISCO DE SALES, OBISPO, CONFESOR Y DOCTOR DE LA IGLESIA.

SANTORAL:

San Francisco de Sales, nacido en 1567, gobernó la Iglesia de Ginebra de 1602 a 1622 y entre los herejes calvinistas predicó la Fe Católica con todos los medios y con un amor ardiente. 

Fue también un maestro de espiritualidad y su más Santa discípula, Juana Fremiot de Chantal, fundó con él la Congregación de las Hermanas de la Visitación. 

Pasó a la Gloria del Cielo el 28 de Diciembre de 1622. 

Alejandro VII lo incluyó entre los Bienaventurados (1662) y entre los Santos (1665) .

 Pío IX lo proclamó Doctor de la Iglesia (1877) y Pío XI Patrón de los escritores y periodistas (1923) .   

TEXTOS DE LA SANTA MISA.

INTROITO:

Eccli. 15:5.

V/. Dios abrió su boca en medio de la asamblea, lo llenó de espíritu de sabiduría e inteligencia; lo cubrio con un manto de gloria.

R/. Sal 91:2. Bueno es cantar gloria al Señor: y alabar, Altísimo, tu Nombre. V/. Gloria.

GLORIA:

COLECTA:

Oremos.

Oh Dios, que para la Salvación de las almas quisiste que el Bienaventurado Confesor y Obispo Francisco fuera todo para todos; dígnate llenarnos de la dulzura de tu amor; para que, guiados por sus enseñanzas y apoyados en sus méritos, alcancemos el Gozo Eterno. 

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la Unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

EPISTOLA:

2 Tim 4:1-8.

Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Timotheum.

"Queridisimo: 

Te conjuro delante de Dios y de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su venida y por su Reino: 

Predica la Palabra, insiste a tiempo y fuera de tiempo. 

Reprende, exhorta, regaña con paciente enseñanza; porque llegará el momento en que la gente no podrá tolerar la Sana Doctrina, sino que para satisfacer su pasión y su picazón por la novedad, se creará una multitud de maestros, y para no escuchar la verdad seguirán cuentos de hadas. 

Pero velad por todas las cosas, soportad las aflicciones, desempeñad el Oficio de predicar el Evangelio, cumplid vuestro Ministerio y sed templados. 

En cuanto a mí, mi sangre está a punto de ser derramada como libación, y el tiempo de mi liberación de este cuerpo está cerca. 

Peleé la buena batalla, mantuve la Fe. Sólo me queda recibir la Corona de Justicia, que me dará el Señor, Juez Justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a los que desean su venida.

(Deo Gratias).

GRADUAL:

Sal 36:30-31.

V/.La boca del justo expresará sabiduría y su lengua pronunciará la justicia.

R/. La Ley de su Dios está en su corazón: su vida no será incierta 

ALELUYA:

Eccli. 45:9.

Aleluya, aleluya. 

El Señor lo amó y lo adornó: le puso un manto glorioso. Aleluya.

EVANGELIO:

Mateo 5:13-19

Sequentia ☩ Sancti Evangélii secúndum Matthaeum.

Gloria Tibi Domine.

"En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: 

«Vosotros sois la sal de la tierra. 

Y si la sal pierde sus virtudes, ¿cómo se reactivará? 

No sirve ya sino para ser desechada y pisoteada por la gente en los caminos.

Vosotros sois la luz del mundo. 

Una ciudad situada en una montaña no puede permanecer escondida. 

Ni se enciende la lámpara para ponerla debajo del celemin, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. 

Así que brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a Vuestro Padre que está en los Cielos. 

No penséis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas, sino para darles cumplimiento. 

En verdad os digo que pasaran el cielo y la tierra, mas no pasará ni un ápice ni una tilde de la Ley, hasta que todo se cumpla. 

Por lo tanto, cualquiera que viole uno de estos mandamientos aún el más pequeño y así enseñe a los hombres, será considerado el más pequeño en el Reino de los Cielos; pero el que trabaja y enseña correctamente será tenido por Grande en el Reino de los Cielos." 

(Laus Tibi Christe)

CREDO:

OFERTORIO:

Sal 91:13.

El justo florecerá como palmera, crecerá como cedro en el Líbano.

SECRETA:

Oremos.

Oh Señor, que nunca nos falte la piadosa intercesión del Bienaventurado Francisco, Obispo y Doctor, que haga aceptables para Ti nuestras Ofrendas y nos obtenga siempre tu indulgencia. 

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la Unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

COMUNIÓN:

Lucas 12:42.

Fiel y sabio es el siervo que el Señor ha puesto a cargo de su casa: para que a su tiempo dé el alimento que cada uno merece.

POSTCOMUNION:

Oremos.

Interceda por nosotros, oh Señor, vuestro Bienaventurado Francisco, Obispo y Doctor egregio, para que tu Sacrificio nos traiga la Salvación. 

Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la Unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.